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arrib.

martes, 30 de noviembre de 2010

Enrique Molina - LA MALETA DE PIEL DE PÁJARO -

Algunas  cosas atraídas por el horizonte
Vuelven a antiguos sitios para descifrar las idea melancólicas
O nos arrastran como el tren en ruinas envuelto en terciopelo de
flancos ardientes desgarrados por la ferocidad del recuerdo
Con criaturas de volcán impasible o estepa en la que se ocultan
momias
Pasando de mano en mano la negra brasa de la lejanía
El tren ahogado  lento con orejas de lluvia
El tren de roncas venas de ceniza
Arrastrando entre sueños su voz que deletrea viejas cartas de
amor con la misma locura
Mientras fluye hacia el túnel de ramas del invierno
Cielo de fango y hierro del olvido


Una mujer de  mirada polvorienta asomada al cristal
Vierte el aceite nocturno en un farol de luz verde como la 
esmeralda de la juventud que se pierde a lo lejos
Su cabellera de ráfaga en la niebla
Es el torbellino de nieve de  mariposas sobre una joven en un trineo
dentro de esas esferas inolvidables que agitan los niños
Viajera de perfume viajera de suspiro viajera de lamento
Viajera de sollozo de luna entre las piedras
Deslizándose entre dos inmensos mascarones solitarios en medio
del páramo sepasrados entre sí por el rayo
Figuras de proa de abismo:
Una del lado de las cosas imposibles infinitamente tierno
La otra del lado de la pasión jamás vivida
Y siempre ese silbato de tren con ruedas de rosal calcinado
El tren de vagos labios que sonríen
Siempre esa sal de lluvia en las lágrimas
El tren que se deshace el tren de plumas
Rodando tristemente por el humo del alma


Tal es la vieja máquina de fuego
Que alimenta la velocidad del tiempo a través de todo latido
Y los vagones tapizados de musgo con un asiento abandonado
Donde viaja un vestido vacío de mujer de lana verde a cuadros 
Descolorido en los sitios donde la nostalgia apoyó su cabeza
El tren de collares errantes
El tren de primavera nómade que se deshace en una lluvia negra
invisible en la tierra
Manando a borbotones la sangre de  las canciones olvidadas:
"no necesito silencio ya no tengo en quién pensar"
A  lo largo de las hondonadas salvajes idénticas a besos
Junto a los indios de miel helada apostados al borde de sus 
tumbas
En el país construido como una enorme choza de cristal y
tinieblas purificado por los ácidos de la tormenta
El tren de pesados peñascos que cierran una puerta
El tren de adiós de luz irreparable


(Un gemido un encuentro pueden llevar más lejos
La realidad  de estos delirios que invocas)

__________


Enrique Molina (Buenos Aires 1910 ) - Orden Terrestre
Obra poética (1941 - 1955 ) - Seix Barral - 1995 -

1 comentario:

Pluma Roja dijo...

Buenos días querida Merce, entro por hoy a saludar a los amigos, rapidito por falta de tiempo. Llego a tu blog y me encuentro con un post lleno de luz como siempre. Te dejo un gran beso y un fuerte abrazo.

Hasta pronto amiga.