Escribir lo que no te escribo
la tardanza del amarillo
ese eterno gesto de lanzarse
en la boca de la tristeza
y los otros que se van
sin dejar algo
sin decir
qué recibieron de mí
la oscura
disfrazada de luz.
M.M. Vendramini
blog protegido
arrib.
sábado, 27 de febrero de 2010
viernes, 26 de febrero de 2010
Poemas de Alejandro Schmidt
Paloma tuya
entonces
cuando me dolía la cabeza
traías la paloma
y la apoyabas
en mi frente
bebía la fiebre
como quién se sorprende
cuando sus ojos
enrojecían
la soltabas en el patio
al cielo se iba
toda de fuego
mirando este mundo rojo
donde me levanto y camino
altivo.
Salto
¿A quién olvidé
por sólo abrir la puerta?
¿Cuál sangre di
al fuego?
y al por qué?
¿de qué lado de la vida estuve?
Breve es el día del corazón
breve es el día del corazón
su noche, una pluma de piedra
otros vuelven
al sol
a lo verde
se precisa un tambor
un triángulo de perros
y amor
y desatino.
entonces
cuando me dolía la cabeza
traías la paloma
y la apoyabas
en mi frente
bebía la fiebre
como quién se sorprende
cuando sus ojos
enrojecían
la soltabas en el patio
al cielo se iba
toda de fuego
mirando este mundo rojo
donde me levanto y camino
altivo.
Salto
¿A quién olvidé
por sólo abrir la puerta?
¿Cuál sangre di
al fuego?
y al por qué?
¿de qué lado de la vida estuve?
Breve es el día del corazón
breve es el día del corazón
su noche, una pluma de piedra
otros vuelven
al sol
a lo verde
se precisa un tambor
un triángulo de perros
y amor
y desatino.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Respuesta y reconciliación
Del nacer al morir el tiempo nos encierra
entre sus muros intangibles.
Caemos con los siglos, los años, los minutos.
¿Sólo es caída el tiempo, sólo es muro?
Por un instante, a veces, vemos
- no con los ojos: con el pensamiento-
al tiempo reposar en una pausa.
El mundo se entreabre y vislumbramos
el reino inmaculado,
las formas puras, las presencias
inmóviles flotando
sobre la hora, río detenido:
la verdad, la hermosura, los números, la idea
- y la bondad, palabra desterrada
en nuestro siglo.
Instante sin duración ni peso,
instante fuera del instante:
el pensamiento ve, los ojos piensan.
(fragmento)
Octavio Paz.
entre sus muros intangibles.
Caemos con los siglos, los años, los minutos.
¿Sólo es caída el tiempo, sólo es muro?
Por un instante, a veces, vemos
- no con los ojos: con el pensamiento-
al tiempo reposar en una pausa.
El mundo se entreabre y vislumbramos
el reino inmaculado,
las formas puras, las presencias
inmóviles flotando
sobre la hora, río detenido:
la verdad, la hermosura, los números, la idea
- y la bondad, palabra desterrada
en nuestro siglo.
Instante sin duración ni peso,
instante fuera del instante:
el pensamiento ve, los ojos piensan.
(fragmento)
Octavio Paz.
sábado, 20 de febrero de 2010
20 de febrero
Negados los profetas.
Descifrados los sueños.
Elegidos los nombres.
Separadas las voces.
Desprendidos los vuelos.
Vivir del resto.
M.M. VVendramini.
jueves, 18 de febrero de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
El mundo canta
Cruces
De golpe es muy extraño sobrevivir,
recordar a la mujer hechizada
y no el momento en que se fue:
más errante que nunca pero muy poco sabia,
torpe en el bullicio del verano,
torpe en la espera.
Hubo un hombre sin sueños
para siempre detenido en la estación del calor.
No se reconocieron ni en los ojos
en la planicie árida del parador
(un jugo, una radio encendida,
la loca esperanza de llegar sin morir)
El mundo canta (a veces)
como una apuesta imposible
y eso lo vuelve ronco y despiadado.
No hay rumor para oír, no hay tierra que espiar.
El mundo canta (a veces y siempre)
por los respiraderos de la ciudad
y se abre paso en el tumulto irreflexivo
con una canción que jamás se recuerda
cuando llueve (o hace frío),
una canción quebrada que no otorga poder.
Paulina vinderman
"Bulgaria", ed. Libros de Alejandría, 1998
martes, 16 de febrero de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
Carnaval
CITA
I
Has regresado
a las veredas del carnaval,
como antes, cuando
éramos alegres.
Recuerdas, confusamente,
a Prèvert:
A mi casa que no es mi casa
vendrás. Pienso en otra cosa
pero no pienso sino en eso y
cuando hayas entrado te quedarás
inmóvil frente a los rojos pimientos
colgados del muro blanco.
Justifico,
la vida es breve.
Advierto,
ha sido
demasiada la ausencia.
¿Pero qué hice sino esperarte?
________
V
Por las calles
que rodean la plaza
compartimos
_y ninguno lo dice_
la fiesta
más triste
de la tierra.
Susana Cabuchi, "Detrás de las máscaras", Ediciones del Copista, 2008.
I
Has regresado
a las veredas del carnaval,
como antes, cuando
éramos alegres.
Recuerdas, confusamente,
a Prèvert:
A mi casa que no es mi casa
vendrás. Pienso en otra cosa
pero no pienso sino en eso y
cuando hayas entrado te quedarás
inmóvil frente a los rojos pimientos
colgados del muro blanco.
Justifico,
la vida es breve.
Advierto,
ha sido
demasiada la ausencia.
¿Pero qué hice sino esperarte?
________
V
Por las calles
que rodean la plaza
compartimos
_y ninguno lo dice_
la fiesta
más triste
de la tierra.
Susana Cabuchi, "Detrás de las máscaras", Ediciones del Copista, 2008.
domingo, 14 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
La experencia de lo invisible
Cuando ya no te oiga
tampoco voy a verte.
Me habré desembarazado de estos días
en que todos los días nos decimos adiós.
Tendré tu voz en la cabeza,
una imagen desactualizada,
combinación de fotos con siete años de atraso
de tu cuerpo final,
tu cuerpo
ahora
en la frontera de todas las fronteras,
(...)
entre lemguaje y silencio.
Roxana Páez, "Madre Ciruelo", Alción editora, 2007
tampoco voy a verte.
Me habré desembarazado de estos días
en que todos los días nos decimos adiós.
Tendré tu voz en la cabeza,
una imagen desactualizada,
combinación de fotos con siete años de atraso
de tu cuerpo final,
tu cuerpo
ahora
en la frontera de todas las fronteras,
(...)
entre lemguaje y silencio.
Roxana Páez, "Madre Ciruelo", Alción editora, 2007
MÍNIMOS SOLES
Sobre la calle áspera y desolada
caen
mínimos soles.
Cosmogonía austera y compasiva.
En el aire de agosto,
han madurado las naramjas amargas.
M.M. Vendramini.
caen
mínimos soles.
Cosmogonía austera y compasiva.
En el aire de agosto,
han madurado las naramjas amargas.
M.M. Vendramini.
miércoles, 10 de febrero de 2010
martes, 9 de febrero de 2010
Carta XI
A FABIO JUSTO
Últimamente no me envías ninguna carta, nada hay, dices, por lo cual escribir.
Pues bien, por lo menos escribe acerca de esto mismo, que no tienes nada
para escribir. O bien escribe sólo aquello con que solían comenzar sus cartas
nuestros antepasados: " si estás bien, está bien y entonces yo también estoy
bien". Eso me basta, sería de hecho lo máximo. ¿Piensas que juego? No, lo
reclamo seriamente: hazme saber cualquier cosa que hagas, no puedo no
saberlo sin ser presa de la mayor preocupación.
Adios.
Plinio el Joven, "Epistulae".
Traducción: Darío Sánchez y Diego Marques.
Alción Editora - 2001
Últimamente no me envías ninguna carta, nada hay, dices, por lo cual escribir.
Pues bien, por lo menos escribe acerca de esto mismo, que no tienes nada
para escribir. O bien escribe sólo aquello con que solían comenzar sus cartas
nuestros antepasados: " si estás bien, está bien y entonces yo también estoy
bien". Eso me basta, sería de hecho lo máximo. ¿Piensas que juego? No, lo
reclamo seriamente: hazme saber cualquier cosa que hagas, no puedo no
saberlo sin ser presa de la mayor preocupación.
Adios.
Plinio el Joven, "Epistulae".
Traducción: Darío Sánchez y Diego Marques.
Alción Editora - 2001
lunes, 8 de febrero de 2010
Shadowed Ligth
Mira la materia dorada,
supura.
Debe ser luz
amalgama
desafío.
Vida. Líbrame ya de tus sospechas.
Récibeme.
M.M.Vendramini
supura.
Debe ser luz
amalgama
desafío.
Vida. Líbrame ya de tus sospechas.
Récibeme.
M.M.Vendramini
no es cuestión
de encerrarse en el jardín
ni de encender la casa
de los pensamientos
como si fuera un sueño
ni menos
de ir de cita en cita
clandestina
a ver si las palabras
dan con quien las dice
como flechas que encajaran
al fin
en las heridas que han abierto
es cuestión
de encerrarse en el jardín
de encender
la casa de los pensamientos
como si fuera un sueño
hasta que el viento
lo arrase todo
lo limpie todo
y uno se busque
en el corazón de la penumbra
y no se encuentre
María Negroni, "La ineptitud", Alción Editora, 2002
de encerrarse en el jardín
ni de encender la casa
de los pensamientos
como si fuera un sueño
ni menos
de ir de cita en cita
clandestina
a ver si las palabras
dan con quien las dice
como flechas que encajaran
al fin
en las heridas que han abierto
es cuestión
de encerrarse en el jardín
de encender
la casa de los pensamientos
como si fuera un sueño
hasta que el viento
lo arrase todo
lo limpie todo
y uno se busque
en el corazón de la penumbra
y no se encuentre
María Negroni, "La ineptitud", Alción Editora, 2002
domingo, 7 de febrero de 2010
No he dedicado a nadie este libro. Tendría que habérselo dedicado a G.F. Y lo hubiera hecho si poner una dedicatoria personal al frente de una obra en la que yo pretendía pasar inadvertida no hubiera sido una suerte de indecencia. Pero aun la dedicatoria más extensa es una manera bastante incompleta y trivial de honrar una amistad fuera de lo común. Cuando trato de definir ese bien que me ha sido dado desde hace años, advierto que un privilegio semejante, por raro que sea, no puede ser único; que debe existir alguien, siquiera en el trasfondo, en la aventura de un libro bien llevado o en la vida de un escritor feliz, alguien que no deje pasar la frase inexacta o floja que no cambiamos por pereza; alguien que tome por nosotros los gruesos volúmenes de los anaqueles de una biblioteca para que encontremos alguna indicación útil y que se obstine en seguir consultándolos cuando ya hayamos renunciado a ello; alguien que nos apoye, nos aliente, a veces que nos oponga algo; alguien que comparta con nosotros, con igual fervor, los goces del arte y de la vida, sus tareas siempre pesadas, jamás fáciles; alguien que no sea ni nuestra sombra, ni nuestro reflejo, ni siquiera nuestro complemento, sino alguien por sí mismo; alguien que nos deje en completa libertad y que nos obligue, sin embargo, a ser plenamente lo que somos. Hospes Comesque.
MARGUERITE YOURCENAR
"Las Memorias de Adriano" - Cuaderno de notas .-
*
MARGUERITE YOURCENAR
"Las Memorias de Adriano" - Cuaderno de notas .-
*
viernes, 5 de febrero de 2010
Cantos de Hospicio
El patio del hospicio
su columpio.
Ir y venir del aire sobre tu risa quieta.
Sólo por mirarte
anclo mi nave.
Siento avidez.
Me abstengo.
No pregunto.
El corazón es un diagrama seco.
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