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arrib.

martes, 27 de abril de 2010

Poemas de María Teresa Andruetto

Lapataia/94
Caen sobre el camino los troncos
centenarios.Un zorro acecha.
Más allá los manchones
de las castoreras.
Somos nosotros los que vamos
bajo la lluvia, pero parece
que nadie fuera,
que nos hubiéramos hecho de aire
entre las lengas.
Te asombra que los otros pasen
a tu lado y no sepan, cuando tú
pasas junto a tantos y no sabes?
C.P. 17 de agosto de 1950.
Diario.
Entre tus fauces
Río de lomo azul donde navego
con la cabeza otra vez contra
la orilla, devuélveme el resuello
y el talle que he tenido entre tus fauces;
y esta memoria que se lo come todo,
llévatela. Aquella niña calando
sandía en el patio y los amargos
granados abiertos, diamantes
de azúcar, llévatelos. Llévate también
a ese hombre de cejas espesas
y mirada viva que me ha mirado tanto.
Llévate los días, y el recuerdo
de los días, y la tarde en que se fueron,
y el abrazo. Muchas veces Caronte
me pidió que entregara la dádiva,
y yo la di, y los subí a la barca,
y los empujé hacia el agua
que hace sombra.Vuelve siempre
un camino de cipreses y el crujido
de mis pasos en la grava. Vuelven
los que trazan la huella de los días,
y reclaman: Mira hacia arriba.
Y yo por el cielo,huérfana, buscando
el Caprino, los Gemelos, un recuerdo
de agua azul sin alimañas. Mira
hacia arriba, dicen, y yo en tus fauces
otra vez, contra la orilla.

Dos versiones de un poema a Pavese
Se parece a mí, que me busco
el trabajo en el corazón.
C.P. 12 de setiembre
de 1942. Diario.
Pavese
Entre mujeres solas hemos hablado de él
uno de estos días de marzo,
y de la tarde en que mi padre lo vio
pasando la caserma. Dos perros
lo arrastraban y esa tristeza
que no ha vencido nadie.
Il diavolo
sulle coline acecha. Es el 45 y la guerra
cansa. Están en Piazza Cavour
o en Superga. En Torino, no en Le Langhe.
Mi padre muerto parece que me dice
al oído "he pasado Stupinigi
hacia mi pueblo". El otro se llama Cesare
y escribe en plenitud acerca de esas cosas
pequeñas que nos suceden a todos
y de volver y no encontrar ya nada.
Mi padre es partisano, un partisano
de Ghío, y ha cumplido veintitrés.
Antes
que cante el gallo me dará esas voces
que se oyen desde lejos, el eco
en la colina. Están cerca las tierras
fértiles, el cuerno de oro devastado,
y la ciudad que es gris, no tiene
cielo. Alguna vez dirá
no escribo más,
el lápiz cruzado sobre el diario,
y acabará el oficio de vivir. No habrá
qué hacer en la ciudad vacía sino esperar
y esperarás que llegue. Por esta calle
hasta el hotel mañana,
vendrá la muerte
y tendrá tus ojos.

María Teresa Andruetto - "Pavese y otros poemas" - Editorial Argos. 

2 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Buenas noches Mercedes, cuando entro a tu blog encuentro siempre poesía. Tu entrada de hoy preciosa.

Besos,

Aída

Mercedes Vendramini dijo...

Pluma,
me alegra que te haya gustado esta entrada. Andruetto es una de las mejores poetas y novelistas de córdoba.

Un abrazo!