Una sonrisa tuya cae sobre la hierba
y se pierde para siempre.
Y dónde se extraviarán
tus danzas nocturnas? en las matemáticas?
Saltos y espirales tan puros
sin duda recorren
eternamente el mundo, y no me quedaré
despojada de belleza: el don
de tu pequeña vida. Tu olor
a pasto mojado cuando duermes. Azucenas, azucenas
que no pueden compararse con tu carne.
La cala. Los fríos pliegues de su ego
y el lirio, embelleciéndose a sí mismo.
Manchas y un despliegue de pétalos ardientes.
Los cometas,
tienen que atravesar tanto espacio.
Tanta frialdad, tanto olvido.
Así se desvanecen sus gestos,
cálidos y humanos, y luego su luz rosada
sangrándose y desollándose
a través de las amnesias negras del cielo.
Por qué me son otorgadas
estas lámparas, estos planetas,
que caen como bendiciones, como copos de nieve
hexagonales blancos
sobre mis ojos, mis labios, mis cabellos.
Rozándome y fundiéndose.
En ninguna parte.
Silvia Plath - Estados Unidos (1932 - 1963)
Traducción: María Julia de Ruschi Crespo.
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