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arrib.

lunes, 21 de junio de 2010

Invierno

Insomnes escarchas acechan,
acero entre las hojas.
Aves y sueños han emigrado
a otra orilla del tiempo.

Pleno junio.
Trampas de aire tibio.
El abandono.
Y esta desgarradora orfandad en las cornisas.

_________


Cuando nombrabas mi tristeza
sentía las heridas que iban
abriéndose en tu boca.
Quise tocar tus labios
y devolverte la sonrisa.

Pero estabas demasiado lejos de mis manos.

_________


Desprendí tu abrazo, frágil
enredadera del alba.
Aparté tu dolor, creciente
luna de fuego.
te llevé hasta el último viento.

Tu mirada,
miel diluida
en el silencio,
estrella ínfima,
seguro indicio de Dios.

Late.
En mi propio huracanado desvelo.

__________

M.M.Vendramini.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos Cantos del Hospicio, son el tararear con ritmo desde los sentimientos. Son la canción que se queda dentro trayendo y llevando todo aquello que nunca nacerá pero que late fuertemente en la profundidad de mi ser.

Son el invierno y sus fenómenos, esa piedra que tus palabras lustran para dar brillo al instante que olvido o ese ultimo piso desde donde un grito que no se animó a saltar.

Gracias por dar voz y sentidos cuando te leo.

Besos!!!

FURIANO dijo...

Penetrante poema, gracias. En nuestro invierno existe la distancia, el frío silencioso que nos aleja de los más cercanos, esa blancura que se nos introduce en el alma, esa luz que nos mantiene vivos, entre la vida de nieve, y la muerte blanda y brillante.

MERCEDES VENDRAMINI dijo...

GRACIAS A LOS DOS!!!