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martes, 19 de julio de 2011

Ciudades invisibles .-

Ciudades invisibles, países reflejados

En el libro Ciudades invisibles , Ítalo Calvino imagina todo un mundo y lo pinta a través de extensos diálogos entre Marco Polo y Kublai Kan. Jorge Londero.

En el libro Ciudades invisibles , Ítalo Calvino imagina todo un mundo y lo pinta a través de extensos diálogos entre Marco Polo y Kublai Kan. En ellos, el famoso viajero describe lugares maravillosos, paisajes urbanos nunca vistos, comunidades con idiomas y organizaciones con las cuales no podríamos convivir nunca.
El Gran Kan lo escucha con atención. Algunas veces se tienta él mismo a describir una ciudad que imagina o que sueña y le pregunta a Marco Polo si ese lugar existe. Otras veces, ante descripciones poco creíbles, Kublai pone en duda lo que dice Polo.
Ante esa duda, el viajero y creativo relator le contesta con una fantástica frase que justifica el valor y los alcances de su imaginación: “La mentira no está en las palabras, está en las cosas”.
En muchos ejemplos, la frase se me aparece casi a diario en este país donde lo evidente se clasifica como falso mientras los discursos se basan más en supuestos que en certezas. Realidad y fantasía, todo es tan confuso en nuestra Argentina como en Valdrada, una de las ciudades imaginadas por el Polo que imaginó Calvino. Construida sobre un gran espejo donde todo se refleja, en Valdrada llega a ser más importante la imagen que aquello que la genera, en una duplicación que lleva a la infelicidad. “Las dos Valdradas viven una para la otra, mirándose a los ojos de continuo, pero no se aman”, escribe Calvino.
En medio del libro, Marco Polo describe un puente, piedra por piedra.
–¿Pero cuál es la piedra que sostiene el puente? –le pregunta Kublai Kan.
–El puente no está sostenido por esta piedra o por aquella –responde Marco–, sino por la línea del arco que ellas forman.
Kublai reflexiona y agrega:
–¿Por qué me hablas de las piedras? Es sólo el arco lo que me importa.
Entonces, Marco Polo le responde:
–Sin piedras no hay arco.
En la Argentina en la que dicen que vivimos, lo que importa es el reflejo del arco; pero en la Argentina que vivimos son las piedras reales las que sienten todo el peso.
Como las Valdradas enfrentadas, esas dos Argentinas viven la una para la otra, mirándose a los ojos todo el tiempo, pero no se aman.

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 Tomado de "La voz del interior" día martes 19 de julio, 2011.- Córdoba-

6 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Interesante este artículo que nos compartes. Es un artículo para Argentina pero considero que se puede aplicar a otros países también.

Besiños.

lanochedemedianoche dijo...

Que buen dialogo, cuanta razón encuentro en el, nuestra querida argentina esta desfalleciente, todos navegan sin brújalas ni permisos, es tan mala la mar que podemos naufragar en cualquier lugar sin puertos a la vista, no hay seguridad ni puerto posible, sin un buen timón perderemos el rumbo, ojalá podamos aferrar el ancla en un lugar seguro.

Gracias

Feliz día.

Besos

mariarosa dijo...

Inteligente texto. ¿Qué nos está pasando?
Gracias por compartir tan buen razonamiento.

mariarosa

Ricardo Miñana dijo...

Pasaba a saludarte y desearte un feliz día de la amistad.
que tengas una buena semana.
un abrazo.

Caio Fazolato dijo...

Hola Amiga Argentina Mercedes !!!!
Bom dia .
Que texto brilhate , Me gusta mucho esta integración de Brasil - Argentina y la unión de otros países de América Latina. Monitor de tu blog es para hacer un seguimiento del conocimiento. Abrazos!

Evanir dijo...

Muito feliz em ter encontrado seu blog .
Já estou seguindo você suas postagem é fantástica.
Um beijo carinhoso,Evanir..